
La roucada del domingo 21 es un nuevo fusilamiento del Sagrado Corazón. En vez de rojos, esta vez lo fusilan los de la "laicidad positiva". Fusilan el monumento bueno, no el alfonsino
Este CeTáCeo estaba a punto de volver al convoluto, y no me dejan. La actualidad se me impone otra vez.
Resulta que Rouco Varela, ese purpurado que escribe en los papeles que Juan Carlos Puig-Moltó es ejemplo de católico, que su familia es ejemplar y que la Constitución atea de 1978, santa, santa, santa es, se apropió de una idea del Obispo de Getafe y ha decidido «renovar la consagración de España», toma castaña, al Sagrado Corazón de Jesús.
¿Renovar?
¿Va a renovar la consagración de España al Sagrado Corazón que hizo Don Carlos VII? ¿La de Don Alfonso Carlos? ¿La de Don Javier?
Noo, hombre. Que estás hablando de Rouco Varela.
Va a «renovar» la «consagración» de 1919, la pantomima de Alfonso Puig-Moltó junior, alias el XIII. La del de la Ley del Candado y los ministros y generales masones.
Pero ni va a renovarla. Porque ni Juanca, ni su vástago, ni ZP van a aparecer. Como es natural, vamos. Juanca es un pelín menos hipócrita que su abuelo. Ni siquiera miente sobre su indiferencia religiosa: ya miente Rouco por él.
O sea, que unos pocos obispos van a montar una de esas concelebraciones monstruo, con el probado sentido litúrgico de Rouco (quien detesta la liturgia de la Iglesia Romana) y van a hacer una «consagración» más trucha que la realeza de Juanca y la honestidad de las hembras de su parentela.
Para más inri, la van a fingir unos obispos que niegan la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo, que son hostiles a la Unidad Católica.
Pero siempre los hay más tontos. Los tronovacantistas, claro. Que se adhieren a la pantomima con una nota típica de las suyas: mal redactada, meapilística, vaticanosegundista, clerical, boba.
O sea: los tronovacantistas, haciéndose llamar «Junta de Gobierno de la CTC», van a «renovar» la «consagración» de Alfonso «XIII», asistir a una «solemne eucaristía presidida por» (sic, a estos obispos les trae al pairo lo que venga de Roma). Van a manchar una vez más, es su especialidad, el nombre de la Comunión Tradicionalista Carlista. Su nota, que en su web insertan junto con el cartel oficial («90 aniversario 1919-2009», para que quede claro que es alfonsino), sigue hasta en las babas la «renovación» rouquística:
Adhesión al acto de renovación de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús
15.06.2009. La Comunión Tradicionalista Carlista se adhiere al acto que tendrá lugar el domingo, 21 de junio en el Cerro de los Ángeles, por el cual se renueva la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.
Reconociendo la naturaleza eclesial y grandeza del acto, queremos agradecer públicamente al conjunto de los Obispos españoles, a quienes reconocemos como Sucesores de los Apóstoles, dicho acto de confianza que redundará en bien de nuestra Patria, de modo que se conforme pública, legal y socialmente a los designios divinos.
La Junta de Gobierno de la Comunión Tradicionalista Carlista, como organización política, y en virtud de su legítima autonomía en lo temporal, a la par que proclama los principios de nuestra tradición política católica y española en la variedad de los pueblos que la forma, invita a hacerse presentes en dicho acto a sus afiliados, amigos y simpatizantes
Los tronovacantistas se superan en lo rastrero. Ahora, alfonsinos y episcopalianos. Con tal de no obedecer a sus reyes legítimos…
¿Qué pensaban los carlistas de la falsa consagración del falso rey Alfonso Puig-Moltó? Lo escribía muy finamente don Manuel Fal Conde a don José Sarris Riera, algún tiempo después de terminar su confinamiento en Menorca:
Yo presencié el contraataque al Cerro de los Ángeles y el bombardeo de todo el día que lo destruyó. Día entero de meditación sobre el lenguaje con que Dios rectificaba aquella piadosa mentira que el Rey Alfonso XIII consagró España al Sagrado Corazón rodeado de Obispos y de Ministros liberales y algunos masones, y con leyes vigentes negatorias de la Soberanía Social de Jesucristo, pero haciendo decir a la Estatua este texto al pie: «Reino en España».