

Ante mí el número 93, Enero 2007, de El Boletín CARLISTA de Madrid. Admito que esta cabecera siempre me ha intrigado. Para empezar, el boletín no es de Madrid, sino en Madrid, igual que la célebre Comisión de Navarros. Igual que esta, es un boletín navarro.
Este número tiene doce páginas. La de portada y otras siete se dedican al libro «Navarra fue la primera 1936-1939«. 12 – 8 = 4. La antepenúltima y la penúltima se dedican al «Museo del Carlismo» proyectado en Navarra. 4 – 2 = 2. La contraportada a una noticia ni navarra, ni madrileña, ni carlista. 2 – 1 = 1.
La página restante se titula «Acto carlista en EL CERRO DE LOS ÁNGELES 19 Noviembre 2006». Un cuarto de la misma se dedica a Pedro Justo Dorado, sargento de requetés, mártir por defender la Basílica y el Monumento al Sagrado Corazón.
Los otros tres cuartos de página se dedican a «Siete salesas mártires de la guerra de España». Martirizadas en Madrid. «En su recuerdo y homenaje se celebró el sábado, día 18 de noviembre, una solemne misa cantada en el Monasterio, a la que asistió una representación de ‘navarros en Madrid’, por la razón de que una de las monjas asesinadas, la hermana María Inés Zudaire Galdeano, era navarra …»
El que paga, manda. El que paga El Boletín CARLISTA de Madrid es Francisco Javier de Lizarza Inda, navarro de pro.
La portada termina: «Recogemos, por su interés histórico y bibliográfico, primero el Prólogo escrito por el catedrático de Wisconsin, Stanley G. Payne, y también lo que dijeron Francisco Javier de Lizarza, sobre el libro de su padre, y las de Javier Nagore, único autor recopilado felizmente viviente».
Las dos primeras páginas reproducen el Prólogo «El Carlismo y el Alzamiento de Julio de 1936», por Stanley G. Payne. Dice: » … mientras en el bando republicano todos los partidos y movimientos mantenían y proseguían sus propios objetivos sociopolíticos durante la guerra, en el bando nacional los varios grupos los subordinaron a la causa común. De ningunos fue esto más característico que en el caso de los carlistas … El Jefe-Delegado de la Comunión en España, Manuel Fal Conde, había insistido originalmente que los carlistas debieran ocupar una posición política especial, si habían de participar en el movimiento nacional contra las izquierdas, para poder establecer su propia doctrina dentro de un gobierno nuevo. El general Emilio Mola, organizador de la rebelión militar, insistía en cambio en la necesidad de apoyo de voluntarios de milicias, pero … Los carlistas, el pueblo de Navarra, decidieron el dilema, y al movimiento militar le dieron carácter popular y religioso. Con la mediación de Antonio Lizarza Iribarren, se ofreció la participación entusiasta y abnegada de miles de voluntarios requetés, sin exigir ninguna contrapartida o compromiso político a escala nacional … Los líderes carlistas pensaban mantener la identidad política del carlismo, con las propias instituciones de la Comunión Tradicionalista, aunque sin pretender mandar o dirigir fuera de Navarra. Pero, cuando el Generalísimo Franco insistió en la absoluta necesidad de alcanzar una unidad política estrecha para ganar la guerra, los carlistas lealmente aceptaron su subordinación política en la nueva Falange Española Tradicionalista, partido único establecido por el régimen de Franco … Durante el curso de la guerra, el régimen de Franco asumió un talante cada vez más autoritario, que no era del agrado de los carlistas, aunque lo aceptaron en términos políticos mientras durase la contienda. Luego, a su final, el regente carlista, don Javier de Borbón-Parma, visitó la embajada británica en París para solicitar que Gran Bretaña usara su influencia para modificar el nuevo régimen en Madrid, tan favorable a las potencias fascistas, pero no se le hizo caso. En vez de emprender otra disidencia política, los carlistas meramente se apartaban más y más de las instituciones del régimen … »
Hasta aquí la selección. Es una selección de medias verdades, olvidos selectivos y mentiras descaradas. Payne suprime al Rey Don Alfonso Carlos y al General Sanjurjo, y reduce a casi nada a Manuel Fal Conde y a Don Javier. Lo reduce todo a Navarra, y da por buena la cacicada, la traición de Rodezno y los suyos, como si hubieran representado al Carlismo. Da por bueno, su tesis es conocida, el golpe de Estado de Franco. Da por necesaria la unificación nazifascista. Miente sobre la aceptación de FET y de las JONS, en la cual nunca se integró la Comunión Tradicionalista. Silencia la persecución de los mandos carlistas, el robo del patrimonio de la Comunión, etcétera. Silencia la constante oposición de la Comunión, y la expulsión de ella de los traidores. Payne es despreciable. Se le podría sepultar con los cientos de documentos y de testimonios que prueban lo contrario de lo que este yankee afirma. Bastaría con los contenidos en la obra de Santa Cruz «Apuntes y documentos para la historia del tradicionalismo español 1939-1966».
La cuarta y la quinta páginas son las «Palabras de F.J. de Lizarza» en la presentación pamplonesa del libro. Son de evocación sentimental, a la vez de su padre, del Carlismo, del Alzamiento y del «Generalísimo del Ejército nacional».
Las tres siguientes son las palabras de Javier Nagore Yárnoz, escritor apreciable, notario, veterano de la Cruzada, navarro. Entre sus proezas está el haber hecho la guerra como requeté y haber sido Consejero Nacional de la Comunión Tradicionalista Carlista, sin haber sido él carlista nunca. Las querencias las deja claras: «cuarenta años de renacimiento religioso, paz y progreso social». «Una convicción profunda en el pensamiento teológico es que la guerra, en sí misma, es irracional, y que el principio de una solución pacífica obligatoria de los conflictos es la única vía digna del hombre … con lo que se llega a la conclusión de que sólo la legítima defensa puede justificar la guerra». ¿De qué «pensamiento teológico» hablará? Ay, Opus, Opus, por qué malos caminos los llevas. El resto de su intervención es buena.
Quo Vadis Museo del Carlismo cuenta cosas interesantes y menos interesantes sobre los manejos para ese «Museo del Carlismo» en que van colaborando muchos que no debían, y que tiene como fondos de base los del desaparecido Museo de Recuerdos Históricos que robaron los de EKA «Partido Carlista». Da para otra entrada, lo dejaremos por ahora.
Contraportada en color: las evocaciones sentimentales de F.J.L. (Francisco Javier de Lizarza, no Federico Jiménez Losantos), carlismo y franquismo mezclados (como los pimientos con chocolate de La Cocina Futurista), se resumen en un término: octavismo. Por eso puse arriba a Franquito emboinado y al archiduque Karl Pius emboinado también.
Octavistas quedan dos, Lizarza y su archienemigo Carlos Ibáñez Quintana. Son pertinaces. Ibáñez sigue firmando «Zorzigarrentzale«, y Lizarza nos deleita con Devolución del Castillo de Bran. «Rumanía ha devuelto el Castillo de Bran, formidable fortaleza del siglo XIV, situada en Transylvania, a su legítimo propietario, el Príncipe Domingo de Habsburgo Hohenzollern y Borbón … Don Domingo es hoy el único bisnieto varón del Rey Carlos VII … Residente en Estados Unidos … »
Dominic Habsburg es ciudadano estadounidense, por lo que renunció a cualquier título que pudiera corresponderle. Eso de «Príncipe» y «Habsburgo Hohenzollern y Borbón» es fantasía. Él mismo pasa de todo, y firma Dominic, a la inglesa, como se ve al pie de las fotos en color con las cuales El Boletín… alegra su contraportada. Una foto y una firma también con «Nella», la judía Emmanuela Mlynarski, con quien Dominic se «casó» después de divorciarse de su primera mujer. Pobre Doña Blanca de Borbón: sus descendientes se inclinan a emparejarse con hijas del pueblo deicida, desde aquel Carlos «VIII» Pío con Christa Satzger de Baloanyos, que luego lo abandonó… Vamos a dejarlo, por no parecer «El Tomate».
Este mismo enero, Mr. Dominic Habsburg vendió el tal castillo de Bran, dicen que por 50 millones de €, al millonario ruso Roman Abramovich, también propietario del club de fútbol Chelsea. Va a hacer un parque temático sobre Drácula.
Resumiendo. El Boletín CARLISTA de Madrid es realmente el boletín de un navarro que tiene ancestros carlistas y vive en Madrid.